Razas Alianza


Huargen: Tras la formidable Muralla de Cringris, una terrible maldición se ha extendido por la aislada nación humana de Gilneas, transformando a muchos de sus fieles ciudadanos en bestias de pesadilla conocidas como los huargen. Los orígenes de esta maldición se han debatido con fervor, pero no ha sido hasta hace poco cuando la verdad ha salido a la luz.




Draenei: Mucho tiempo antes de que el titán caído, Sargeras, liberase su demoníaca Legión en Azeroth, fijó su torva mirada en el mundo de Argus y en sus inteligentes habitantes, los eredar. Convencido de que esta raza dotada para la magia sería un elemento crucial en su oscuro objetivo de acabar con toda la creación, Sargeras se puso en contacto con los tres líderes de los eredar: Kil’Jaeden, Archimonde y Velen; y les ofreció conocimiento y poder a cambio de su lealtad.
Enanos: Los audaces y valientes enanos son una antigua raza que desciende de los terráneos, seres de piedra viviente creados por los titanes cuando el mundo era joven. Debido a una extraña enfermedad conocida como la maldición de la carne, los progenitores terráneos de los enanos sufrieron una transformación que convirtió sus pétreos pellejos en suave piel. Finalmente, estas criaturas de sangre y carne se llamaron a sí mismas <i>enanos</i> y esculpieron la tremenda ciudad de Forjaz en los nevados pocos de Khaz Modan. 
Gnomos: Los gnomos, una raza astuta, valerosa y a menudo excéntrica, representan una paradoja única entre las razas civilizadas de Azeroth. Esta raza de inventores brillantes con una irreprimible disposición para la alegría ha sufrido el azote de la traición, el desplazamiento y casi el genocidio. Su impresionante optimismo ante tales calamidades simboliza el auténtico espíritu inquebrantable de los gnomos.
Humanos: Descubrimientos recientes demuestran que los humanos descienden de los bárbaros vrykul, guerreros semigigantes que habitan en Rasganorte. Los primeros humanos se organizaron originariamente en pueblos tribales desperdigados durante varios milenios, hasta que la creciente fuerza del imperio trol les obligó a unificarse por motivos estratégicos. Y de este modo se formó la nación de Arathord, así como su capital: la ciudad estado de Strom.
Elfos de noche: Los ancestrales y recluidos elfos de la noche han jugado un papel muy importante en el destino de Azeroth a lo largo de la historia. Hace más de diez mil años, durante La Guerra de los Ancestros, estos héroes ayudaron a rechazar la primera invasión de la demoníaca Legión Ardiente. Cuando lo que quedaba esparcido por Azeroth de la Legión se unió con los viles sátiros siglos después, los elfos de la noche volvieron a alzarse para enfrentarse a la amenaza. La consiguiente Guerra del Sátiro supuso grandes pérdidas para los elfos de la noche, pero finalmente derrotaron a las tropas que se habían dispuesto sembrar el caos en su mundo.




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